Nociones básicas sobre el diseño de portadas

Antes de nada quiero mencionar que «portada» y «cubierta» no son lo mismo. Pero como es algo que se confunde mucho y esta entrada está dirigida a gente no tiene un conocimiento amplio del tema, lo he dejado así en el título para que quede más claro.

Todos hemos oído eso de «no juzgues el libro por la cubierta». Pero en realidad la cubierta es la puerta de entrada a un libro: es su escaparate y por lo tanto debe encarnar su personalidad. Una cubierta nos tiene que hablar (en el lenguaje visual) de lo que nos va a ofrecer el libro y, por eso mismo, también debe tener una relación con el texto que contiene, tanto a nivel de historia como de diseño. Además, lo ideal es que sea irresistible y despierte la curiosidad; la cubierta es uno de los primeros elementos del márquetin de un libro.

De ahí que sea tan importante que cuando se diseñe una cubierta se tenga claro qué se quiere transmitir con ella, a quién nos dirigimos. Si tenemos entre manos una novela de terror, no podemos poner unas nubecitas rosas que nos recuerden a los cuentos infantiles (a menos que eso tenga algún simbolismo en la historia, pero en todo caso la composición debería conducirse de manera que el libro no diera la impresión de ser lo que no es).

Diseñar una buena cubierta es un trabajo complejo que siempre debería llevar a cabo un diseñador/a gráfico especializado en este tipo de tareas. Sin embargo, y puesto que cuando hablamos de autoeditados muchos acabamos encargándonos personalmente de esta tarea (me incluyo) , os doy a continuación algunas pautas a tener en cuenta durante el proceso.

  1. Hay que tener claro si se va a diseñar la cubierta para físico, digital o ambos.

Es importante distinguir que un libro físico tiene cubierta, lomo y contracubierta (y solapas, si las incluye), mientras que un libro digital en general solo tiene la cubierta.

Cuando diseñamos una cubierta para un libro físico, el esquema quedaría así:

cubiertas 1

Debemos tener clara esa composición a la hora de diseñar y planificar, para transmitir una sensación de conjunto entre las partes y que el resultado no parezca un collage hecho a base de recortes.

El grosor del lomo depende del número de páginas y es un dato que te proporciona la imprenta según el encuadernado y el tipo de papel que has escogido. También es importante recordar que cuando se realiza un diseño para imprimir, hay que dejar siempre unos 2-3mm de sangría (margen de corte), alrededor de todo el diseño, para que cuando se corte en la imprenta no quede ningún filete blanco (que es algo muy feo).

En cambio, en caso de estar diseñando una cubierta para un libro digital digital, lo más importante es el tamaño, ya que esta se verá, en la mayoría de casos, a un tamaño muy pequeño. Y un así debe poder leerse claramente. La elección de la composición, imagen y tipografías deben hacerse teniendo eso en mente.

cubiertas 2.png
Imagen del portal Lektu, en el que podemos hacernos una idea de la importancia de la composición de la cubierta de los ebooks.
  1. Hay que dar la importancia que merecen a los elementos que componen la cubierta.

Aunque a nivel de diseño hay muchas cosas a tener en cuenta, cuando estamos haciendo una portada de un libro quizás lo más básico e importante sean la imagen y el texto.

La Imagen

Cuando se escoge una imagen hay que plantearse:

  • Cómo se usará (¿en toda la superficie, solo la cubierta, solo en un recuadro?).
  • En caso de ocupar toda la superficie, debe tener un espacio para introducir los textos (o, en caso de no tenerlo, pensar en una manera para poder ponerlos sin estropear la imagen ni la composición).
  • Qué buscamos transmitir con esa imagen y a qué público objetivo nos dirigimos. Las imágenes significan cosas, así que elegir una imagen de cubierta no es una decisión arbitraria. Así, por ejemplo, podemos decir que una fotografía en blanco y negro nos sirve para representar una obra de época y las formas abstractas nos pueden ayudar a representar tonos o emociones. En general, en ciencia ficción se usa la pintura realista e hiperrealista y en la fantasía se prefiere el dibujo o la ilustración.

El texto

Aunque pueda parecer lo contrario, el texto es en realidad el elemento más importante en la cubierta de un libro. Es cierto que las imágenes atraen la atención, pero para lo que sirve una cubierta es para indicarnos qué hay dentro: necesitamos saber los datos relacionados con ese libro, como su título, el autor/a, de qué trata o quién lo publica.

Me voy a centrar en la cubierta (si queréis detalles sobre la contracubierta, lo hablamos en una próxima entrada), que es la que tienen tanto libros físicos como digitales. Los elementos de texto que generalmente incorpora una cubierta son:

  • El título
  • El subtítulo
  • La autoría
  • La editorial

Y también puede incluir:

  • La colección (en este caso se recomienda también poner el número)
  • La traducción/ilustración
  • Alguna frase reclamo

La tipografía es la que permite establecer relaciones entre todo ese texto: nos permite decidir cómo va a leer el lector ese conjunto de palabras, cuales tienen más relevancia; hace que el título sea un título y se diferencie del autor, por ejemplo.

Lo más importante cuando se diseña esta parte es componer el texto de manera que al lector le resulte lo más cómodo posible de leer. Hay excepciones, sí, pero lo que nos interesa es que la gente tenga claro cómo se llama el libro, quién lo ha escrito y el nombre de la editorial. Esa es la función primordial de la cubierta, más allá de ser estéticamente bonita (que también es importante, ojo).

cubiertas 3

Marcus dePaula

Algunas reglas generales a la hora de componer los textos que configuran la cubierta son:

  • Es mejor usar el número más reducido posible de tipografías distintas. Una o dos como mucho. El resto de diferenciaciones/jerarquías se crean mediante otros métodos: tamaño, colores, texturas (negrita, cursiva). Si se quiere usar una tipografía de fantasía para el título, lo recomendable es que el resto del texto tenga una misma tipografía complementaria.
  • Las tipografías más raras no tiene por qué ser las más bonitas. A veces un clásico o algo sencillo es mucho mejor. Tengamos en cuenta que lo más importante del texto es que se pueda leer.
  • Si se usan distintas tipografías es muy importante que tengan un contraste fuerte entre ellas, pero que a la vez se avengan. Hay páginas web dedicadas a la recomendación de combinaciones. Un ejemplo.
  • Las tipografías significan cosas, no se eligen «porque son bonitas». Hay libros enteros sobre eso. Una tipografía te transmite un tono, una sensación o la estética asociada a una época. Una búsqueda web puede ayudar. Otro ejemplo.
  • Es importante establecer relaciones entre los grupos de texto, para facilitar la comprensión del lector. No es recomendable poner, por ejemplo, la colección a un tamaño de letra superior a la editorial. Ni tampoco que haya distintas tipografías dentro del mismo título si eso no tiene una justificación simbólica, ya que dificulta la lectura y la comprensión. Del mismo modo, es recomendable que título y autor estén lo más cerca posible, pero con una diferenciación de algún tipo (tamaño, cursiva, mayúscula/minúscula, usar un filete para separarlos).
  • Del mismo modo, cuando se diferencian letras por tamaño, es importante que el contraste sea efectivo, no basta con poner el título a 20 puntos y el autor a 18.
  • En cuanto a los colores, estos también significan cosas y transmiten diferentes estados de ánimo. Debemos plantearnos la combinación de colores más adecuada, evitar los tonos similares y pensar en que hay gente que tiene daltonismo y puede que no vea diferencie algunos.
  • Es muy importante que el texto tenga un buen contraste con el fondo, que esté situado en un lugar claramente visible y que no se funda con la ilustración (si la hay) para que pueda leerse bien. En casos en los que la imagen de fondo no tenga un lugar adecuado para introducir los textos, se puede optar por aclarar u oscurecer la imagen en una zona concreta o usar cajas contenedoras de un color que contraste y permita la lectura, pero siempre con criterio, sin llenar la portada de cajas y sin estropear la imagen de fondo. Lo ideal sería que, si vamos a usar una ilustración diseñada a medida, esta se planifique desde el principio con ese objetivo, dejando espacio para que el texto respire.
  • No hay que mezclar la composición simétrica con la asimétrica.
  • Tampoco es recomendable combinar distintos tipos de composiciones simétricas: si el título y el autor están centrados, la editorial no puede estar alineada a la izquierda.
  • Los sellos editoriales no deben ser ni demasiado grandes, ni demasiado pequeños.
  • Cuando se diseñan portadas también es importante tener en cuenta si se va a ofrecer una imagen corporativa que represente a la editorial o se optará por representar solamente al libro, aunque, en general, cuando hablamos de autoedición nos centramos en la segunda:

El primero de los libros tiene un diseño que representa al libro, mientras que el segundo tiene una línea que se centra en dar una imagen de marca, para que al ver el libro todos sepan a qué editorial pertenece.

Como punto final os dejo algunos consejos generales para tener en cuenta si queréis hacer una portada:

  • Si no se tiene conocimiento de diseño, es mejor decantarse por los clásicos, que siempre son un valor seguro.
  • Mejor cuanto más simple (en cuanto a número de elementos).
  • Combinar el propósito comercial con la apariencia atractiva.
  • Es importante encontrar un equilibro de los elementos. «[Hacer una portada es como] mover cosas en una página hasta que parece que están en el lugar adecuado» (John Gall, 2012).
  • La disposición espacial de todas las partes es algo que debe meditarse en profundidad: cómo se agruparan los textos para crear conjuntos, si se usará una composición simétrica o asimétrica, evitar que quede todo en bloque.

Y ya para terminar: si no tenéis mucha idea de diseño, es muy importante mirar qué hacen los demás. Pero no tus amigos que también se autoeditan, sino las grandes editoriales o los diseñadores que conozcas. Os dejo por aquí un par de enlaces para que os inspiréis:

Además os recomiendo el libro Un sistema gráfico para las cubiertas de libros. Hacia un lenguaje de parámetros, de Rosa Llop, que es un libro que los diseñadores consideran muy básico, pero que a mí me aportó una visión muy interesante sobre qué cosas hay que tener en cuenta para un buen diseño de cubierta y, además, recoge muchísimos ejemplos.

Y también un hilo sobre el proceso creativo de Marina Vida, diseñadora de la cubierta de La brigada lluminosa, de Kameron Hurley y editada por Mai Més:

cubiertas 6

¡Espero que este artículo os ayude a diseñar portadas un poquito mejores! Y si tenéis cualquier duda, comentario o sugerencia, podéis dejarla más abajo.

* Imagen de cabecera: Thought Catalog

2 respuestas a “Nociones básicas sobre el diseño de portadas”

  1. […] la línea de Nociones básicas sobre el diseño de portadas, que publiqué hace unas semanas, añado una nueva entrada relacionada con el diseño de libros en […]

    Me gusta

  2. […] la entrada «Nociones básicas sobre el diseño de portadas» ya os definía que los elementos más importantes a la hora de componer una cubierta son la imagen […]

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

A %d blogueros les gusta esto: